Medellín
Nombrada la ciudad de la eterna primavera, Medellín
es una ciudad que ha sido bendecida por un clima
cálido, pero templado, que les permite
a sus ciudadanos disfrutar de un ambiente sano
y agradable durante todas las épocas
del año. Fue fundada oficialmente en
1675 con el nombre de Villa de Nuestra Señora
de la Candelaria de Medellín. Desde ese
entonces la ciudad ha crecido como un importante
centro dedicado al trabajo y al comercio, gracias
a la riqueza de sus suelos y al espíritu
emprendedor de sus ciudadanos.
Esta importante ciudad de Colombia está
asentada a lo largo y ancho del Valle de Aburra
en un lugar lleno de jardines y de historia
por recorrer, sin embargo su paisaje urbanístico
se ha visto renovado constantemente a través
del tiempo gracias a diversos proyectos que
hacen de este lugar, un sitio avocado al progreso.
Antes de tomar la importancia que ha conservado
actualmente, Medellín fue un lugar de
asentamiento indígena donde coexistían
grupos indígenas diversos, que a la llegada
de los españoles se agruparon en poblados
y resguardos que poco a poco con el pasar del
tiempo se integraron y fueron conformando los
espacios más importantes de la ciudad.
Sin embargo, estas transformaciones no han dejado
perder cierto regionalismo que identifica profundamente
a sus ciudadanos, quienes se sienten orgullosos
de la historia que los une.
Su personalidad cálida, su belleza y
la pujanza de sus ciudadanos por un mejor futuro
caracterizan a la gente y a la ciudad. Por ello
es un centro urbano que no se detiene ante ninguna
situación difícil y cada día
parece crecer y desarrollarse más.
Durante su historia la extracción de
oro, la agricultura y la ganadería fueron
sus principales actividades económicas.
A ello se le sumó, con la entrada de
la modernidad, un intenso desarrollo científico
y cultural, el cual, finalmente, le permitió
a la ciudad que se consolidara como un centro
industrial, en especial en el área textil.
Sin embargo, la actividad más importante
de Medellín ha sido desde siempre el
comercio, una función que ha desempeñado
gracias a su posición geográfica
privilegiada, ya que se encuentra en la cordillera
central de los Andes entre los Ríos Cauca
y Magdalena, lo que la constituye como un paso
obligado para todos aquellos que desde la costa
Caribe buscan conectarse con ciudades como Bogotá,
Popayán, Cali, Pasto e inclusive otras
ciudades de América Latina que se encuentran
en el sur.
Entre las actividades comerciales más
importantes que ha desarrollado Medellín
se encuentra el procesamiento y la venta internacional
del café. Ya que esta economía
permitió desarrollar desde finales del
siglo XIX, junto con los departamentos de Antioquia,
Quindío, Risaralda y Caldas no sólo
grandes riquezas, sino una cultura en común,
que se benefició del acelerado crecimiento
demográfico que habían tenido
las personas de esta región desde la
colonia, a través de un fenómeno
social que es conocido como la ruta migratoria
de la colonización antioqueña;
el cual, con el tiempo, fue formando unas costumbres
y una mentalidad que identifican a las personas
de esta región como “paisas”.
Esta bonanza del café, trajo consigo
el desarrollo de toda la región e incluso
llego a expandirse por otras regiones del país
que se conectaron a través de vías
ferroviarias, por medio de las que los trenes
trasportaban hacia los puertos marítimos
inmensas cantidades de este fruto que acompaña
las mañanas, las tardes y las noches
de millones de personas en el mundo.
De modo que la historia de esta ciudad y las
regiones aledañas que la acompañan
ha sido de gran importancia no sólo para
su propio desarrollo como región, sino
para la historia y la mentalidad de todo el
país, que se ha contagiado a lo largo
del siglo XX del espíritu noble y empresarial
de los antioqueños.
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